Review: Quebonafide | Egzotyka
Jóven y con una relativamente corta carrera, pero llena de trabajo, es como se desarrolla Quebonafide, rapper polaco de la población de Ciechanów, quien nos dejó hace unos días su nueva referencia en su carrera individual, la cual pasa a reseña por esta página.
Siguiendo la línea entre los nombres de sus álbumes Eklektyka, Ezoteryka y Elektryka, su cuarta referencia en esta linea se apunta con el título de Egzotyka, material que fue tomando forma desde finales del 2015, durante el 2016 y en este 2017 previo a la publicación del álbum, básicamente sería un proyecto que nos permitiría ir conociéndolo antes de ser publicado durante los viajes que realizó alrededor del mundo. Las primera parada que realizó Quebonafide fue por Asia, donde Tailandia y su capital Bangkok alimentaron este primer track entre las noches multicolores, luces de neón y de fiestas; los días de poco sol entre la jungla o la playa que aun así se disfrutan por allá con una temperatura elevada; donde los olores de la atmósfera, el transporte típico de la región, su exageradas leyes contra la posesión de marihuana van con la igual penada, pero aceptada prostitución. Muchos contrastes en uno de los lugares típicos a visitar por aquel país. De éste tema y parte del clip nos recordará algo de la película The Hangover Part II, Quebonafide vive una fiesta en la que por aquel país de alto índice budista la intención era “ir a meditar”, por lo que el título tiene esa mezcla entre occidente para pedir perdón por los sucedido y nos deja la expresión de Oh my Buddah. Dj Flip en los cuts y Sherlock en el beat del tema que nos lleva en una trepidante mezcla entre EDM de acuerdo a la fiesta y por otro lado una densa bass music que nos puede llevar entre la euforia y el bajón, sin duda acorde al track con esos toques asiáticos con una sitara sonando.
El mapa marcó a México para el segundo track con el título de Quebahombre (fusión de su aka con la palabra en español hombre), tema que destaca el bien y el mal que nos aqueja a los mejicanos bajo la típica visión de un extranjero, como que acá es un lugar de alto peligro gracias al crimen organizado, los cárteles y la corrupción, ¡vaya! No es un secreto para el mundo; esto se entremezcla con el catolicismo encaminado a los símbolos y por supuesto, las bellezas naturales que destacan de norte a sur, en la que las condiciones de los males ya mencionados no se perciben tanto en esas zonas dedicadas al turismo, como los son las zonas arqueológicas o Oaxaca y Puebla por donde pasó también Quebonafide para tomar inspiración. No podían faltar los clichés y parte de realidades tanto en track y videoclip, como que aquí es el país del taco, del tequila con el que se ahogan las penas; los zarapes multicolores y los amplios sombreros; el país de la fiesta y juerga cotidiana con mariachi para olvidar los problemas; el país dolido con USA y que conlleva al racismo de llamar a cualquier blanco como gringo; el país que vive otra realidad lejos de la industria de las telenovelas. Así la visión de nuestro visitante, cabe aclarar, que puede prestar ciertas confusiones, como por ejemplo, tomar de referencia a Antonio Banderas para cerrar su última estrofa por el simple hecho de haber realizado el actor un tema con mariachi para una película reconocida, o con Teken, el productor de este track, sampleando parte del tema La chispa adecuada de Heroes del Silencio. Nuestra relación cultural con España es inevitable, pero cabía en millones de posibilidades el escarbar más cosas referente a México en cuanto a lo musical, tache aquí.
Para el 17 de mayo del 2016 llegó un estreno doble, iniciando con el track y videoclip que presentó bajo el título de Szejk, el cual nuevamente produjo Teken, llegando este tema a dejar gran contraste con los dos primeros tracks y con lo que seguiría en este álbum. Szejk se desarrolla en los Emiratos Arabes, Dubai, en donde más que viaje por la zona, hace destacar el sentimiento hedonista y consumista de lujos en una de las más reconocidas poblaciones del mundo pero haciendo una crítica ante esto, por lo que, tras una disputa con su amigo Solar, quien escuchamos en pequeñas intervenciones telefónicas en el track, a modo de sugerencia, le dice a Quebonafide cómo debe de filmar el clip por aquel lugar, para lo que Quebonafide es algo renuente ya que no mostraría lo que en realidad es él, sin embargo cede a su amigo y el resultado es un video más apegado al clip clásico de rap ostentoso; la ciudad lo ameritaba entre un mediano presupuesto que dista a los clips anteriores donde se ven más tomas del viaje y menos actuación. Después de esto regresamos a la idea de los viajes con la cuarta parada siendo la India con entrega de track y video el mismo día para el tema Bollywood, en el que la primera colaboración del álbum se hace presente con Czesław Mozil en el coro.
El viaje por India comienza con el coro del track anterior que nos introduce al contraste que se percibe poco a poco, en el que el “jeque” anterior llega a un nuevo país donde la pobreza es el eje que inspira a Quebonafide. Llegar a este país en la que se encuentra a Ghandi sonriendo en cualquier billete de rupia, donde las divisas no se comparan con la europeas y hacen rico a Quebonafide con un puñado de billetes; el ver tal grado de pobreza le marca arrepentimiento de tracks viejos donde presumía su estatus económico y al mismo tiempo le hicieron buscar preguntas sobre el valor de las cosas y el mismo valor humano ante la explotación, el hacinamiento y más situaciones que no se ven en su país, ni en la pantalla grande, he aquí el por qué Czesław Mozil canta la letra que le escribió Quebonafide y pregunta en el coro “¿Dónde están las sonrisas como en Bollywood? ¿y por qué nadie está aquí bailando?” He aquí porqué Bollywood llega al título del track. Gran parte de este tema se resume en un excelente coro, mientras que la segunda estrofa y el outro del track nos envuelven entre lo que la atmósfera deshumanizada deja mezclas de pensamientos sobre la desesperación, el hambre, la tristeza y brotes de empatía. El track producido por Gibbs nos trae una mezcla para la letra de Quebonafide entre keys y mantras sampleados, mientras que en el coro lo denso se disipa con forme avanza sus 8 repeticiones con un pequeño toque dnb.
Nuevamente el paso por el continente americano se hizo presente en Egzotyka llegando a Brasil para hablar de su mundialmente reconocido futebol, tomando el nombre para el track del gran jugador Luís Nazário de Lima, que con un toque caribeño que Sodrumatic puso y Dj Ike en los cortes, Quebonafide nos habla de su pasión futbolera que naciera en él desde niño y la admiración de su héroe en ese entonces: Ronaldo. El track destaca también con referencias al mismo Brasil enfocadas entre analogías y wordplays dirigidas al fútbol en un tema festivo y divertido como el mismo juego de pelota.
Y de américa saltamos al continente africano, a Madagaskar, éste es un tema corto que no deja mucho para analizar; es un track rapper de autocelebración y reconocimiento a su gente con algunas referencias a la naturaleza exótica del continente africano, esto sobre un ritmo producido por Forxst, mismo que le prestó continuidad con su toque trap para producir el siguiente track de título Changa, tema que reúne a Quebonafide con uno de los exponentes rappers reconocidos de Sudáfrica, ni más ni menos que con iFani para narrarnos algo de aquel continente con un llamado a la libertad y tomando a mención a idearios revolucionarios como Mandela y Martin Luther King.
El siguiente salto fue a Europa, en primer lugar a Francia; en esta mitad del álbum seguimos con los ritmos en boga, ahora con Wrotas LifeView en el tema C’est la vie, track con el título de esta frase conocida del idioma francés e inspirado por la capital de la moda, París, nos lleva a los ideales capitalistas de Quebonafide, pero no de los que guía a los estándares sociales para estar en la moda; aunque escuchemos en el tema los nombres de reconocidas marcas esto no es por marcar ostentación como suele hacerse en el rap, más bien, aquí se hace una crítica a estos estándares que indican niveles socioeconómicos, sobre qué y cuales marcas usar. Quebonafide nos deja en claro que esto para él no es algo que quepa en su vida, de hecho se le hacen ridículas algunas situaciones que generan estos estándares y le da muestra en el clip, por lo que él prefiere vivir sencillo apegado al libre mercado y la propiedad privada por la generación de más opciones en cuanto a la adquisición de bienes, en este caso de los generados por marcas y no necesariamente las que marcan las modas.
Seguimos en Europa, de ahí nos localiza Quebonafide al noreste del continente, a una de las partes más retiradas de éste con su visita a Islandia, país del que ha declarado fue uno de los que más le gustó visitar en su viaje, donde el clima y la zona casi polar nos hace ver la Zorza (aurora), esto influenciando el tema para que Quebonafide nos abriera las puertas de su persona y entregarnos un track personal en el que destaca la violencia familiar que vivió, por lo que al narrarnos esto él se muestra como un rapper real sin tener que vanagloriarse, mientras que al mismo tiempo nos dice que, para él, otros rappers bluffean de más en sus temas; él se siente centrado en este trabajo, tanto que lo generado económicamente no le hace perder el rumbo y se mantiene sencillo con lo que tiene. Este track destaca la producción musical de Jorge Méndez, quien le da un toque ambiental entre el habiente frió de la locación del clip, por lo que los bombos y snares quedan fuera y aún así hacen disfrutar el tema que se hace corto al escucharlo.
Con el mismo ánimo en low, bajo el beat de ka-meal y Boobieboi, nos transportamos a Japón en el tema Między słowami, otro de los tracks que nos acerca nuevamente a los sentimientos de pisar otro lugar lejos de casa y admirar sus contrastes, como la desolación que causa la tecnología en aquel país, que va de la mano con la libertad de cada individuo que casi no se percatan de los demás a su alrededor, ya sea por la cultura o por ir con los smartphone en la mano, un mundo muy remarcado en lo individual entre cada persona, donde la globalización es otro factor perceptible en aquel país de matices donde la cultura occidental les invade, parte de esto también lo expresa Young Lungs en el coro. De Japón hacemos un regreso al continente africano, ahora más al norte, específicamente Marruecos, lugar donde Quebonafide es acompañado de sus amigos Solar y Wac Toja sobre el beat de Deemz que adapta en sample el tema Arabska Noc de Sumurun; mismo título que le da nombre a este tema. El track nos trae en las letras al viajero que pisa nuevas tierras, estas con la esencia árabe musulmana; el clip lo muestra con el viaje por los tres y destacando con un buen coro dentro de este álbum.
Estamos a tres tramos de concluir el viaje que nos dio Quebonafide a través de su rap y no podía faltar pisar USA, donde nació el hip hop y que gracias a ello intrínsecamente pudimos tener este viaje musical, así que hay un espacio para juntar esto y hablar de hip hop. Quebonafide no lo pudo realizar de otra manera que invitando a KRS-One en este tema titulado To nie jest hip-hop, track que lejos de hablarnos de viajes es un tema rapper adornado en la producción y scratches de The Returners; finalizando este track retomamos lo exótico de realizar un viaje y pasamos al último lugar a visitar que es Australia con el beat producido por Foux bajo el título Bumerang, tema con el que se hace una analogía, la cual Quebonafide rechaza, pues no le gustaría regresar a donde mismo, esto declarado en el coro que se fusiona en el ritmo ambientado entre el didgeridoo que suena en la pista, mientras que en las estrofas nos relata sobre lo que vio por aquellos lugares y parte de la historia de este país que logró rescatar en esta visita. Aquí se cierra el viaje y el retorno a casa tras la experiencia nos lleva a su país del viajero, Polonia, esto en el track Odyseusz con Wezyr en al producción musical y DJ Flip en los cortes; básicamente en este tema haciendo un resumen y retrospectiva del álbum, así como la experiencia dejada al realizarlo.
Egzotyka sin duda fue un proyecto ambicioso, corto tras tanto que posiblemente se podría explotar y que hace querer un poco más; no resulta tan atractivo ya que en lo personal Quebonafide no se me hace un rapper completo y que mantenga atento a uno aunque en su carrera tenga una lista de premiaciones por su música, sin embargo logró captar mi atención en este álbum ya que resultó un proyecto interesante, que se aplaude, pues no cualquiera podría intentar enmarcar pequeños pedazos de vivencias por cada país y llevarlas al rap, en este caso en tan sólo 14 temas. Los errores en las letras sin duda se hacen presente, la falta de exactitud de datos y clichés que se enmarcan en algunos temas y los videos dejan la tarea de investigar más al fondo si uno realmente lo requiere, al final es la corta visión de primera entrada de un viajero que llega con lo que apenas sabe de un país vs todo lo que es en verdad; aunque tampoco Quebonafide quiere ser altamente específico y resumir una visita que tiene miles de cosas de las que hablar, simplemente es la experiencia que nos transmite en el momento que llegó a pisar lugares que se alejan de la realidad de su país. En cuanto a lo musical, nuevamente encontraremos errores que podrían empatar de mejor manera al absorber referencias más exactas de la cultura musical de cada país; se tiene muchos cambios de ánimo y sonidos entre lo que está en boga y la experimentación de cada productor, por lo que una linealidad de formas y ritmos no encontraremos en el álbum, pero sí un cierto orden al escucharlo de principio a fin que hacen disfrutar el viaje. Egzotyka es recomendación.