Lanzamiento: Marcelo D2 | Iboru
Cuando se rompe el encasillamiento artístico, surgen proyectos ambiciosos con propuestas diferentes dentro de la degenerada y estandarizada industria musical. Es por eso que hoy prestamos atención a la propuesta que nos ofrece Marcelo D2 en su nuevo álbum titulado Iboru, el cual hace referencia a un significado cercano: «Que nuestras peticiones sean escuchadas». «Iboru, Iboya, Ibosheshe» es el saludo utilizado por los hermanos de Ifá, una «ciencia religiosa» de origen africano, en honor a las tres mujeres que ayudaron a Orunmila, el orixá de la sabiduría y el conocimiento, para recibir las bendiciones de Ifá. Hace dos años, D2 inició su camino en el Ifá.
Si bien ya hemos experimentado el resultado musical en la carrera de Marcelo y algunos coqueteos más evidentes en su álbum pasado, Assim Tocam os MEUS TAMBORES, en esta última entrega se dedica por completo al sonido de la samba, la cultura popular brasileña y sus influencias africanas. Reunió a varios compositores de distintas generaciones dentro de la samba, entre los que se encuentran Moacyr Luz, Diogo Nogueira, Marcelinho Moreira, João Martins, Inácio Rios, Arlindinho, Marcio Alexandre, Zeca Pagodinho y Xande de Pilares, además de contar con la participación de los productores Barba Negra, Julio Fejuca, Kiko Dinucci, Mario Caldato Jr., NAVE Beatz y Tropkillaz, así como la propia participación de Marcelo D2 en algunos puntos de fusión musical que escucharemos a lo largo de las 16 pistas que contiene este material. También encontraremos colaboraciones vocales de Alcione, BNegão, Mateus Aleluia, Metá Metá, Mumuzinho, Nega Duda, Pedro Garcia, Romildo, Xande de Pilares y Zeca Pagodinho. Sin duda, es una larga lista que permite la fusión clásica-orgánica con toques de modernidad sonora (como él diría: «nueva samba tradicional») para celebrar sus 55 años de vida, así como su noveno y más ambicioso disco en solitario.
Desde el primer track, Savará (salvar/bienvenido), funciona como una introducción que nos muestra las intenciones de esta publicación: la ascendencia del futuro y la necesidad de rescatar el pasado para construirlo. El tema da la sensación de un spoken word y drumless, aunque en su letra nos remite al sonido del tambor, este se escucha muy difusamente en la pista musical. Luego, una voz femenina nos pregunta si estamos listos para dar este paseo, lo cual da paso al primer sencillo presentado, titulado Povo de fé. En este tema ya escucharemos una mayor presencia de la samba y un espacio limitado para los raps. Sin embargo, la influencia de la escuela rapper lo lleva a hacer juegos de palabras y una referencia a la leyenda sambista Antônio Candeia Filho cuando dice: «Salve al maestro que se balancea y tambalea, / que la luz de [la] Candeia (candela) iluminará». En el tema Até aclarear el punto inflexivo nos lleva a que desde niño lo tenía claro: rapear con samba. Aunque en este material tenemos más samba, se rescatan los coqueteos y fusiones musicales con elementos destacables de géneros como el trap, cuando escuchamos unos rolls de snares en Fonte que eu bebo. Mientras tanto, los instrumentos de viento se hacen presentes en Só quando meu samba morrer, un pequeño tributo a nombres que le inspiraron, y con ellos la samba coexiste con su existencia al grado que «muere cuando su samba muere». Es un tema alegre con una composición musical que carga y da un giro cuando llega el tema con más raps que encontraremos, Kalundu, que incluye nuevamente a otro veterano de la música brasileña, el señor Mateus Aleluia del grupo Os Tincoãs. Este track cuenta con un coro grande de la voz de Mateus y pocos elementos rítmicos en los instrumentos, remarcados por las cuerdas que en momentos nos brindan un estado frenético. Finaliza con un outro en el que se escuchan los chillidos de una bebé y la petición de bendiciones para ella. En este punto podemos decir que se cumple el primer acto de los tres en los que se divide el álbum, dando paso al siguiente con Tambor de aço, otro tema que incluye raps, pero estos con un delivery fortificado en su voz al recitarnos versos duros como el sonido al golpear un «tambor de acero». También destaca en la producción musical de este tema su coqueteo con el baile funk, al finalizar con esa batida característica del género.
Pasando del rap duro del track anterior, regresamos a algo más tranquilo gracias a la influencia que dejó la samba en la bossa-nova que se respira en el tema Tempo de opinião. De entrada, tiene un sample rapero con la frase «Algunos encontraron la solución componiendo máximas» del tema Política que rapearon por allá del 94 los Athaliba E A Firma. El tema nos llama a la perseverancia: «No me rendiré, no lo haré, mi canción es guerra / cubrirá de tierra a quien deseaba mi fin». También destaca el acompañamiento de la melodiosa voz de Juçara Marçal en el coro. La continuación de estos temas con samba e influencias nuevamente la tenemos en Abrindo os caminhos. Si bien aún no nos lleva al final del álbum, tenemos un reconocimiento y un listado de nombres que cita Marcelo D2 en este track, un agradecimiento que encaja bien a mitad del disco antes del pequeño tributo/interludio que rinde D2 a su finada madre con Pedacinhos de Paulete. Esto no disminuye la alegría con la que se ha impregnado el material a lo largo de las 10 pistas anteriores y nos introduce a la tercera parte del álbum.
Manteniendo la vibra alegre, en O samba falará + alto, regresándonos con esa fusión y acercamiento a los drums trappers sobre los que un coro potente de Alcione y Mumuzinho hacen de este tema uno de los destacados y le dan la vibra de entrada al siguiente tema, Duras penas. En este track, se dejan de lado los drums al estilo trap y ahora destaca ese bajo profundo del 808 que abre el círculo de samba con lalaleo y unos versos cortos de Marcelo que resumen el vivir y andar del poeta, del que también puede escribir historias que destacan en su sencillez y hacen magia en su interpretación, como lo mostraron Marcelo y Romildo Bastos en la historia que titularon Gandaia. De las historias emotivas pasamos a lo pícaro y sexual en el tema Bundalelê, en colaboración con Xande de Pilares y Zeca Pagodinho. Continuando con el humor, el tema Pra Marcelo nos hace un juego de ideas que combinan el fútbol y el rap. De alguna forma, explicarlo sería: hay que pasarle el balón a él porque no duda en realizar una buena jugada, o en el ámbito musical, no duda en rapearlo si es necesario. O de otra forma, queda explicado cuando nos dice: «Como solía decir Yuka: / Lo que todos saben ya no es un secreto, / es de cara a la sociedad. / Cuando es la fuerza la que nos calla, no es la paz, es el miedo». Se destaca la entrada del track con un breakbeat de estilo ochentero que nos abre la posibilidad de escuchar un clásico tema de rap sobre un boombap, pero no, seguimos en el ambiente de la samba, o «samba de morro» como la describe D2 en esta recta final y que cierra con Pra curar a dor do mundo donde la influencia de jazz y la africanidad coquetea con el ritmo de este tema y que finaliza con una descripción poética y auto descripción con al que se percibe Marcelo.
El material en sí, se desfasa de lo que uno esperaría ortodoxamente en el hip hop y es dominado por la experimentación artística trascendiendo uno o más géneros musicales, pero que recaen en las influencias de Marcelo D2 con samba, rap, cine, artes plásticas, danza, historia, tradición y fe que logra enmarcar en este material con un resultado excepcional, auténtico y emotivo, bajo el desprendimiento del tiempo para simplemente conseguir esa evolución personal, como la que consigue afirmar Marcelo en este punto que decidió tomar de lleno la samba y dejar como resultado Iboru, el cual recomendamos y compartimos por acá.