Nunca pienso
en mi vida a los veinte años y siento,
ni siquiera sabes dónde estás ahora.
Me miraré al espejo, pero seré diferente,
somos la suma de los errores que hemos cometido.
De niño aprendes a odiar a alguien que te ha lastimado, crees que herirlo es la única solución,
pero es cuando creces y te haces grande que aprendas a perdonar a quienes primero te rompieron el corazón.
El primer amor dura tanto como una estrella fugaz, no dura toda la vida, pero la cambia para siempre
y al crecer entiendes que cada vez es siempre peor que el anterior.
Y en los peores momentos
siempre hay alguien que habla,
alguien que viene a decirte que debes hacer,
que debes comer.
Es sólo en los peores momentos
que siempre hay alguien que hace una pregunta,
alguien que no puede entender
que quieres gritar más que hablar,
entonces sabes que
me voy, me voy, me voy, me voy de aquí,
y luego sabes que
me voy, me voy, me voy
me alejo de los que creen que me están enseñando a vivir.
Nunca piensas
en lo que es correcto cuando tienes veinte años, fumas y bebes mucho, tienes la vida por delante;
del compromiso no sabes, así que no te apegas;
quieres la revolución, sí, pero hecha por otros.
Papá se pregunta qué es lo que ha salido mal
y mamá no duerme aunque sueña que te arreglas.
No puedes escucharlos, subes los auriculares con el volumen a 100
y no puedes verlos así que miras una pantalla.
El primer amor llega cuando menos lo esperas, es como una fiebre que produce anticuerpos, pero te deja en pedazos
para ahí contar tus defectos, con disgusto por la comida y odio por los espejos.
Y en los peores momentos
siempre hay alguien que habla,
alguien que viene a decirte que debes hacer,
que debes comer.
Es sólo en los peores momentos
que siempre hay alguien que hace una pregunta,
alguien que no puede entender
que quieres gritar más que hablar,
entonces sabes que
me voy, me voy, me voy, me voy de aquí,
y luego sabes que
me voy, me voy, me voy
me alejo de los que creen que me están enseñando a vivir.
El primer amor no dura una vida eterna,
pero cambia tu vida para siempre.
Cuando te cansas de odiar, entiendes que el perdón es lo que te defiende.
A menudo vivimos encerrados en nuestro pasado olvidando el presente.
Volveré a cometer algunos errores, esa es la belleza de crecer,
pero tal vez eso es lo que necesito.
Y luego me voy, me voy, me voy, me voy de aquí,
y luego sabes que
me voy, me voy, me voy de aquí
Y en los peores momentos
siempre hay alguien que habla,
alguien que viene a decirte que debes hacer,
que debes comer.
Es sólo en los peores momentos
que siempre hay alguien que hace una pregunta,
alguien que no puede entender
que quieres gritar más que hablar,
entonces sabes que
me voy, me voy, me voy, me voy de aquí,
y luego sabes que
me voy, me voy, me voy
me alejo de los que creen que me están enseñando a vivir.
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