CPV | El Club de los Poetas Violentos
Por: David Álvarez / @DavidAlv1
El rap en español ha construido sus cimientos a partir de los años ochenta, encontrando salida en espacios de barrios y zonas de conflictos latentes y evidentes. También los hubo comerciales sin mayor pretensión que obtener capital y apropiarse de modelos estadounidenses como mero anclaje de pertenencia a la moda.
En lengua hispana, América Latina ha sido baluarte de grandes exponentes que lograron posicionarse en el gusto social a grados poco concebidos, muchos de ellos logrando llamar la atención de los reflectores, en los medios de comunicación, por su calidad, sin perder la esencia que los consagró. No siempre fama es igual a pérdida de valor; hay quienes se consagran por su talento y su público se amplía.
En el caso del rap hecho en España, hay variedad de agrupaciones y raperos en solitario que han logrado obtener un nombre lejos de aquellos reflectores, en el que el rap sólo era visto como una manifestación sin mérito comercial y, por ende, inútil para la industria musical, más su valor siempre fue transmitido de voz en voz hasta ocupar los rincones de un país con serios conflictos de reestructuración, pese a los años lejos del franquismo. Nombres actuales como Kase-O, Nach, SFDK o Chojin suenan a la hora de situar geográficamente el rap, en aquella zona íbero, donde se ha llegado a nombrar como potencialidad en el Hip hop en lengua hispana, desde el graffiti y otras manifestaciones en torno a la cultura. No diré que lo sea, pretender poner el tema en debate es estéril, una pérdida de tiempo, según lo veo. Pues en gustos hay diversidad y, en realidad, disfruto del buen rap independientemente del país que me lo ofrezca. Aunque es cierto que España tiene exponentes de calidad y muchos estaremos de acuerdo en ello.
Uno de las grandes agrupaciones del rap en España surgió en Madrid en el año de 1993. Si bien la fecha es inexacta, debido a su trabajo anterior, es en este año en el comienzan a sacar su primer maqueta, única en su género y que abrió camino para el resto, convirtiéndose en la piedra angular del Hip hop español.
Conformado por Jota Mayúscula (DJ), Kamikaze (MC), Paco King (MC), Supernafamacho (MC), el Meswy (MC) y la participación de Frank-T (MC), CPV tiene en sus filas diez trabajos discográficos, entre los que destacan Madrid Zona Bruta (1994), La saga continua 24/7 (1997), Grandes Planes (1998) y el último, en el que volvieron a reunirse, luego de diez años, Siempre (2012). La crudeza en sus letras junto al ritmo que las sostiene, dan cuenta de una agrupación versátil, Old School español, que rememora, a través de decenas de miles, la nostalgia de los años noventa. Si bien, CPV no fue la primera agrupación de rap en España sí le dio fuerza al movimiento en un escenario incipiente que prometía encumbrar al rap español como uno de los grandes movimientos internacionales del Hip hop, años posteriores.