Review: O.S.T.R. & Marco Polo | Kartagina
Como pequeña introducción queda en claro que para el polaco O.S.T.R. se cumplió un sueño con la edición del siguiente álbum del cual dejaré la reseña. Y es que cuando te metes en el hip hop, al llenarte de conocimiento y nombres de creadores de lo que te gusta, surge la admiración de su trabajo, así le sucedió a O.S.T.R. cuando se enganchó al trabajo musical de Marco Polo, con quien cumplió el sueño de colaborar en un disco entero el cual lleva por nombre Kartagina. Para lograr esto, en parte, no fue tarea fácil, pero gracias al trabajo de O.S.T.R. que lo ha respaldado por más de una década con poco más de una docena de materiales detrás de la producción musical, discos en solitario y álbumes que han logrado colocarse entre el platino y el oro de ventas en su país, era para esperarse que lograra lo que se propusiera. Así es como Kartagina se trabajó y salió desde Asfalt Records al mercado musical el pasado 4 de marzo con un tiraje de 15mil copias, colocándose en el chart polaco como álbum número uno, con lo que ganó reconocimiento de disco de oro.
Los números pueden contarnos algo, el idioma de donde viene bien puede dividirnos en opiniones y quedarnos al final con lo que entendemos por música, pero al final, si deja un resultado tan bueno por aquella región hay que ver el por qué después de darle play. Yo lo chequé y te puedo platicar lo siguiente:
El Intro trae un mensaje contestatario con el speech que dejara en 1971 Elliot L. D. Barkley, discurso histórico para retomar sin te quieres meter a profundidad, pero por ahora lo saltaremos (que de speech tendremos suficientes a lo largo del álbum) hasta la primera muestra de drums potentes de Marco Polo con unos segundos al final del Intro, antes de pasar al rap competitivo en el tema Żywy lub martwy, y claro, con mucho estilo rapper, con pedradas al aire dejando las lecciones necesarias “de que lo que estás haciendo lo estás haciendo mal” si te mides entre las líneas que lanza O.S.T.R.: si te robas flows, estilos, te inventas películas, te sientes el más gangsta, o eres de los haters de internet, o de los heads de internet seguro tendrás algo de estas líneas. O.S.T.R. nos dice de alguna forma que él hace hip hop real y así le gusta mantenerlo, lo deja en claro, por eso le disgustan algunas cosas que ve en el hip hop y lanza estos versos sobre el primer beat de Marco Polo, quien dejó un bajo rítmico que resalta y se prestó para la primera participación de Dj Haem en los cuts, a quien tendremos en los scratches a lo largo del álbum. Todo en conjunto cumpliendo con el estándar de track que sin duda tiene esencia hip hop.
Pasemos al primer single que se liberó en la noche buena del 2013 bajo el título de Side effects. ¡Boom! Se veía lo que traerían la dupla, un beat con un toque que no sonaba tan Marco Polo para las rimas a doble tiempo de O.S.T.R. y Cadillac Dale de invitado en el coro, una combinación que resulta acertada entre dos idiomas pero que al final en el coro no convence, los verso se miden pero se percibe que hace falta algo, mientras, las líneas que O.S.T.R. retoma son para hablar de rap, de hip hop y un poco de todo lo que envuelve al polaco, con un buen flow que facilitó la cuadratura del beat, que no propone mucho pero en conjunto todo le deja cierto brillo al track.
El track número tres es el que le da título al álbum y el que en supuesto nos diría de que va, y, pues nada, una muestra más de estilo libre para escribir y demostrar líneas bien pulidas; Dj Haem haciendo lo suyo sumándose al tema la participación estelar dela leyenda del Brooklyn Lil Fame. Marco más clásico, un track que dicta la línea del sonido del álbum, que da paso y un giro en el siguiente track cuando el rapper decide hablarnos de sus años mozos, una onda storytelling aleccionadora para la juventud. Sus años fueron buenos, sino es que los mejores, explica algo de ello en un beat que propone un poco más entre cambios, cortes, guitarras y las interacciones mc/beatmaker para las que se prestó el sample dejando uno de los tracks recomendados.
Hip Hop Hooligans da el paso a la colaboración rapper de Torae, Hades, y Main Flow, nuevamente para un track rapper, con barras rapper en un beat rapper, uniendo nuevamente dos idiomas en barras bien medidas para ir a mitades donde la cuadratura del álbum sigue presente en poca propuesta; simplemente viene a patear traseros con versos y el título del track lo deja claro. Después de esta muestra rapper toca darle un giro a las temáticas nuevamente, ahora O.S.T.R. se muestra un poco introspectivo en Hołd bloków absolwentom donde nos muestra el por qué se encuentra dónde está; básicamente es su lucha, su gente y las condiciones que el mismo a determinado, esto nos lo cuenta sobre los instrumentos de viento-metal que se añaden a la línea de diferentes sampleos que fue sumando Marco Polo a lo largo del álbum.
En lo multifacético que se puede mostrar O.S.T.R. nos dejó una muestra hard en líneas con el mensaje Długi: “yo me dedico a mis asuntos así que tú a los tuyos, largo, no me jodas”. Este fue el segundo single que contó con videoclip, un trabajo de Marco Polo que competía más a lo que se le ha escuchado, algo de swing y combinación de samples, baterías más lineales que cumplen con el sonido característico del productor. Y entre cambios y cambios uno más en el track Nie słuchać przed 30ką, llega el momento para una nueva muestra de flow en un beat con el toque clásico de pianos marcando el fondo con un mínimo de cambios, redobles de baterías para un texto que comienza con dedicatoria para aquellos que parten de sus lugares en busca del futuro; texto que se prestó un poco a la divagación para hacer más plausible la ejecución de O.S.T.R.
El track 10 del álbum llega para montar una estructura en la que O.S.T.R. da algunos símiles para justificar su existencia en Shotgun (Moje zło to twój wybór), track limpio en el que Marco Polo nuevamente pone parte de su esencia con bajos que brillan, baterías y toques de strings. Sencillo y práctico para el desenvolvimiento, tanto que a esta altura del álbum Marco Polo no se exige demasiado y sigue con el ritmo de producción en Dead man funk, tema en el que colaboran First Division y Kochan en otra tema rapper que no aporta mucho al catálogo de los 17 tracks dejando la sensación de relleno, caso contrario el tema que le sigue, que contó como tercer single bajo el título de What is the question, este tema es de los que sin duda resulta recomendado ya que la dupla funciona, el beat tiene fuerza, cierto brillo ayudado por el sample, mientras que la temática del tema (un ebrio y sus circunstancias) sigue la estructura ejemplificada de una forma sencilla con el clip que se presentó.
Garri Kasparov es al hombre del mítico ajedrecista que toman para personificarse Green, Kas, Zorak y O.S.T.R. en el treceavo track, sin duda unas de las mejores colaboraciones, un buen nivel, aunque resulta un tema rapper, la estructura competitiva destaca un poco más en una linealidad y buen nivel de punchlines, mientras que Marco Polo deja una formula explotada en cierta etapa del hip hop donde el sampleo de cuerdas frotadas eran un recurso para soltar el tipo de líneas con furia que acompañan al track, realmente te pone de ánimo, pero de repente llega un cambio a en un ritmo más tranquilo en el tema Miejmy to za sobą, un tema reflexivo y al mismo tiempo triste y crudo, que pone las líneas para que el oyente tome en cuenta lo finito de la vida. Tal vez esta forma en la que O.S.T.R. ve la vida es porque es Przyjaciel Diabła (amigo del diablo). Cuarto single liberado con su videoclip que también prometía un buen nivel lirico en Kartagina finalizando enero, otro single que sorprendió por el buen complemento y sencillez aplicada por Marco dejando el trabajo difícil a las rimas a doble tiempo del polaco.
Para cierre y despedida está Ostatni track, en cierto punto otro track de relleno para mostrar el nivel lirico de O.S.T.R., cerrando bien Marco Polo con el Outro en la posición 17 en un beat así como para el obsequio ambientado en un toque de peli setentera. Fin.
Como resultado del título del álbum, Kartagina, nos lleva a esa zona consumida por las guerras púnicas y muy lejos de adoptar un álbum concepto, que desencadeno, según cuenta O.S.T.R, en 3 años de trabajo, unos 80 beats para ir puliendo y escogiendo, grabaciones, muestras decisiones y demás trabajo que compensó el desempeño del polaco en su línea rapper y lejos de la producción musical, dejando esto último en manos de Marco Polo, la mezcla de Chris Van Rootselaar, Jaap Wiewel y Ricardo Gutierrez en el master, para posteriormente, en primera instancia, dejar cuatro singles que sin duda resultaron ser la bomba y seguirán sonado en el repro por un buen rato, mientras que del álbum, algunos tracks más para retomar los punchlines de O.S.T.R. con su toque sucio, vulgar, hábil e inteligente y, a gusto, alguno que otro beat de Marco trabajado desde la forma clásica del sampling, dejándonos al final un típico álbum rapper con cierta monotonía de recursos para repasar la experiencia hip hop enmarcada en las últimas décadas entre samples y ondas orgánicas lejos del área experimental y sintética y buena onda populachera de liricas con poco contenido. Si bien Kartagina tiene contras como colabos de relleno, tracks de relleno, monotonía musical y que resulta en cierto punto algo largo, cabe destacar el compromiso de la dupla para dejar un trabajo con esencia hip hop, técnicamente limpio y trabajado de principio a fin, quitando las fronteras que podría haber tenido los artífices por vivir en dos continentes separados a kilómetros de distancia, que al final se vió reducido con la presentación en vivo del álbum en una gira por Polonia sumando a los creadores y algunos de los participantes. Checa el álbum que tiene sus partes recomendadas.
Y como ya mencioné, esto fue un trabajo pulido con sus detalles, así que si quieres enterarte más, pasa a dar click por aquí.