Review: Orelsan et Gringe sont les Casseurs Flowters
2004 y algo antes ya trabajaban este par un singular estilo y visión del hip hop en Francia plasmado en su material Fantasy: Episode 1, tras ese material, trabajos individual y más cosillas liberadas por ahí, por fin se decidieron formalizar como grupo en este 2013 con la salida de su álbum de presentación, Orelsan et Gringe sont les Casseurs Flowters, lanzado el 18 de noviembre bajo los sellos 7th Magnitude y Wagram Music.
Orelsan y Gringe llegaron en pareja para trabajar sus raps, en dúo como Les Casseurs Poisseux, (en francés, el par de malos de la película Home Alone) en quienes basaron su nombre para terminar como los Casseurs Flowters. Para este nuevo proyecto se acompañan de la producción musical de su inseparable Skread, composiciones adicionales de Édouard Ardan, Frédéric Savio, Vizioz, Didai, Dj Pone en los cortes, Izia en unos coros y su también su amigo y cofundador de 7th Magnitude, Ablaye. Todos estos para crear un álbum concepto que les permitió divagar en las temáticas de cada track uniendo todo en la idea de un día en el que Orelsan y Gringe no tenían nada que hacer -salvo este disco-, narrándonos en 18 tracks, y un bonus, poco más de 14 horas de sus aventuras.
El día comienza dos minutos antes de las tres de la tarde con Mote Aoki introduciendo con unas palabras en japonés, para posteriormente el dúo dejarnos en claro que vienen en un papel de antihéroes con una línea que dicta: “El valor, la ternura, la reflexión no son sus más grandes cualidades”. Esta entrada por algo es el opening, el cual deja la sensación de estar a punto de presenciar una serie animada y con el toque de Aoki, y Édouard Ardan en la música de fondo; más preciso sería el opening de un anime. Así inician este par despertando tras el sueño de Gringe con la idea de dejar plasmado un tema y armar un track, en samples que tengan un sonido genérico para niños, como el que prosigue en el siguiente track gracias Frédéric Savio y Skread detrás del ritmo. Ya es tarde como para que despertaran éstos, dos minutos después de las tres y nos confiesan que son unos vagos tras las líneas del tema Regarde comme il fait beau (dehors), tema en el que piensan junto a Izia en el coro pegajoso, que sería buena idea salir, pero como otro día, no tienen planes, toman el desayuno, un poco de cereal y al final se deciden comenzar el día con estupideces. Ellos cargan humor y lo demuestran en sincronía en el tema Stupide ¡ Stupide ¡ Stupide ¡, en el que Gringe termina hablando con Skread, Orelsan y Ablaye sobre el chiste en la línea que habla del delfín Winter y porque lo ve como una sex machine, también nos habla de su idea de seguir haciendo música y sobre sus problemas con la SACEM. En esta parte Skread y Ablaye les plantan la idea de comenzar hacer música por varo, todos son amigos pero antes que nada tiene un sello que mantener y a Abelay todos le deben dinero.
Los de 7th Magnitude hicieron presencia en el track anterior, ahora lo hacen nuevamente, Skream detrás del ritmo y Ablaye haciéndose participe en el álbum a las 4 de la tarde en el tema Tu m’dois d’l’oseille, un breve espacio para Ablaye en un ritmo trap, y claro, se presta para hablar de varo de una forma cómica con un Ablaye encabronado que instiga a Gringe y a Orelsan para comenzar con los planes para armar el single de su proyecto y así saldar las cuentas que tienen con el co fundasdor de su sello, pero antes, tienen que satisfacer bien su necesidades alimenticias, así que es hora de hacer un viaje al supermercado. A Orelsan se le ocurre que es buena idea hacer el viaje en autobús, van al parabus a esperar, y mientras divagan en una de sus pláticas cotidianas pasa poco más de media hora, se dan cuenta que es 11 de noviembre, día feriado y no hay autobús: “dos idiotas en una parada de autobús”, así se resume el tema.
Entre la divagación y que Gringe terminó escribiendo su CV en la parada del bus, esto último les da paso a los dos para hablar sobre situación laboral de las personas que buscan ganarse unas monedas, tema que tiene cierta relaciona si se asocia el beat 8bit, las máquinas de videojuegos que necesitan monedas para operar, y como la juventud busca un trabajo poco estable para ganarse esas monedas para mínimo lograr entretenerse. En el camino de regreso se encuentran en las escaleras a su amigo Bouteille y al hermano de Orelsan, Clément, a quienes le plantean la idea de que quieren escribir un tema pero se encuentran bloqueados, aún no encuentran una idea para lanzar su single, y, ya son las 18:30 horas como para tener un tema de skills, con el que fuera en realidad el single liberado con el título de Bloqué, track en el que fluyen más a ellos con punchlines y líneas que parecerían desatendidas y con un estribillo soso por su “bloqueo de ideas”, pero que al final resulta en un tema divertido, del cual pudimos disfrutar su videoclip previo al lanzamiento del álbum. El tema finaliza cuando encuentran a un desconocido que los nota sin inspiración y les muestra el CD que ha comprado, partiendo de este encuentro dejan una metáfora lanzada a la industria del disco y de la música “mal hecha”, el toque cómico y salvaje lo dejan en la personificación del CD al cual torturan con hiperboles en el track La mort du disque, segundo tema que fue lanzado como single junto con su videoclip. La mort du disque finaliza con el encuentro nuevamente de sus amigos Skread y Ablaye, quienes los ponen a pensar sobre sus años mozos y como se conocieron, de esta manera comienza a narrarnos de ellos en Dans la place pour être pasando 8 minutos de las ocho de la noche, concluyendo esta historia en cómo ahora son amigos y un par muy singular, son La nouvelle paire.
Casi la medianoche vuelven a demostrarlo cómo se complementan uno con el otro para dejarnos hora una analogía de como se hacen los backs entre ellos, no sólo en escenario, sino también como grandes compañeros, exponiendo un tema en el que intercalan ideas (Fais les backs), finalizando en un ritmo que nos invita a movernos, tanto que se escucha de fondo que terminan en un antro a la una de la mañana hablando con un tal Claude (su interludio), quien después de saber lo que traman Orel’ y Grin’, les aporta ideas para lo que quieren conseguir: la liberación del primer single. Con su singular idea de Claude de lanzar rimas en bloqueo, parece ir tomando forma lo que sería el single (que suena al tema Bloqué). Algo al final de este interludio hace perder la atención de los tres, sí, ¡putas para todos! O al menos un tema en el que nos hablen de ellas como el título de este tema madrugador dicta, Les putes et moi (1 de la madrugada y 14 minutos); nos cuentan lo que opinan de la prostitución, todo sobre un ritmo tranquilo y divertido que invita a silbar, en el que sueltan líneas con un toque cómico sobre su opinión y experiencia con las putas, tema muy extenso de donde tienen tela que cortar, del que por el momento sólo nos dejan 6 minutos de esta “historia de amor” entre las putas y ellos, dando paso a un interludio ¿r&b, meloso? Mal interpretado a propósito por Johnny Galoche aka Orelsan, en el que una llamada les corta el rollo al final, la novia de Gringe ha hablado. Este interludio resulta divertido si montas referentes como Palmashow (programa de tv francés), Jimmy Punchline (alterego de Orel’ el cual es parodiado aquí) y si relacionas el argot francés cuando suena el telefono de Gringe: él es un pato, un wey sometido a su novia; de estas ideas parte lo divertido y cagado de este inter.
Tras el sacón de onda de la llamada de la novia de Gringe, da paso para que se pongan hablar de ellas, de sus novias, que en ocasiones los ponen entre la espada y la pared con “tus amigos o yo” y les sugieren cambiarlos, ejemplificando en este tema el porqué de esas sugerencia con algunos argumentos de ellas, que plasman los Casseur en una estructura fluida sobre un ritmo que suena fuerte con los drums y que finaliza con un toque rock con guitarras y bass, dejando un tema en el que muchos hombres seguro se identificaran.
Tras hablar de mujeres sabemos que todo puede terminar mal y estos acaban con una clásica borrachera casi a las 4 de la mañana sobre un ritmo tambaleante al igual que este par de ebrios, que tras hablarnos de alcohol, estupideces y los síntomas de su borrachera, regresan lo más normal posibles al depto en el que se encuentran a otro borracho que los reconoce, sabe de su movidas en el rap, supuestamente es fan pero ni siquiera sabe pronunciar el nombre de éste par, parte que se presta para dejar cuál es su papel en el rap y que ellos no son Greenje et Orselane. Después de decirle sus cosas al borracho, deciden escabullirse corriendo sin más, hasta llegar al depto, encender la tv y darse cuenta de que el día fue uno más de los poco productivos que suelen tener, y nuevamente comienza la divagación para abrirse con el track Des histoires à raconter, con el que cierran, dejando el tema más serio de todo el álbum, pues plasman en él un mensaje aleccionador entre el “hay que divertirse” y el “no desperdicies la vida”. Con este último track amanece, las 6:16, Ablaye regresa por sus cuentas pendientes como lo había prometido el día anterior, Orel’ y Grin’ aún no tienen su single, por lo que se ve molesto y, al final engañado con un supuesto single grabado en CD, que resulta ser el que les dejo el desconocido al finalizar el tema Bloqué. Al darse cuenta Ablaye del engaño, Orelsan y Gringe huyen del departamento y así finaliza este álbum.
El bonus track es otra historia que se dio a partir de escribir para el programa Planète Rap de Fababy, originalmente escrito sobre la instrumental del tema Control de Big Sean, Kendrick Lamar y Jay Electronica, sólo que ahora contó con la producción de Vizioz quien da nombre al bonus track.
Este álbum por ser divertido e irreverente no es porque éste par se hagan los payasos, más bien, plasman algo de lo absurdo de su vidas o, para dudar, tomaron situaciones de las vidas de alguien más para plasmar líneas con comedia y por momento absurdas, moviéndose en un lugar difícil dentro del panorama de su país en el que gran cantidad de rappers son “serios”, aunque la seriedad también se puede reflejar si se analizan la sátira dejada en temas como Prends des pièces, Les putes et moi, el obvio track que cierra (Des histoires à raconter) o en en el álbum en general con el trabajo en equipo gracias al valor de la amistad.
Aunque el sonido no pende en una sola línea, resulta adecuada para ambientar cada tema, no tiene los sonidos forzados del ayer o los más nuevos en demasía, simplemente los necesarios para adaptar las temáticas y flows. En cuanto al material en general, como álbum concepto es necesario escucharlo de inicio a fin para no perderse las salidas y entradas de cada tema, aparte de que lo hacen ameno desde la primera vez que le das play y sigues cada hora del día de estos dos. Concluyendo, este trabajo es un film que tienes que escuchar para ver, por lo que lo recomiendo ya que también viene envuelto en un discurso diferente dentro de la escena francesa, que si bien por momentos parece desencajar en la cohesión de los temas e instrumentales, al final los une ese concepto sencillo: Un par de rappers que no tenían nada que hacer en un día como cualquier otro de sus vidas.